07 septiembre, 2006

Cruise, la cienciología y mierdas de bronce

Durante estos primeros meses en The Bluff hemos intentado apoyar la paridad temática de cine y videojuegos. Sin embargo, las noticias relacionadas con el submundo del celuloide son a veces tan surrealistas, retorcidas e increíblemente graciosas, que no nos queda más remedio en ocasiones que apartar momentáneamente el no menos tronchante mundillo del videojuego en pro de mofarnos de quienes realmente lo merecen.

En esta ocasión vamos a hablar, como toda la prensa sensacionalista ha hecho ya, de la pareja formada por Tom Cruise y Katie Holmes, una pareja de la que te podías reír ya desde su anuncio, que casualmente coincidía con el estreno de La Guerra de los Mundos (protagonizada por Tommy) y Batman Begins (co-protagonizada por Katie), por lo que habría que agradecer al actor el aumento de la sutileza aplicada en estos amoríos, pues era más obvio años ha cuando protagonizaba una peli con alguna petarda como Nicole Kidman (el tostón de Eyes Wide Shut), o la tontaina de la (en el vomitivo remake de Abre los Ojos) y anunciaba su compromiso con la chica haciéndolo coincidir con el estreno en cuestión, como ocurrió con Pé, o bien utilizaba su consumado matrimonio como único interés para ir a ver la peli, como con Kidman.

Pero la pareja Cruise/Holmes va más allá de la tertulia estándar de programas como “A tu lado”, y alcanza cuotas de lisergia sin parangón hasta la fecha. Como todos sabréis, Tom se corrió en el muy desgastado chochete de Katie (si no de qué iba a ser actriz de Hollywood) y la magia de la vida (o de la cienciología) quiso que allí se engendrase una criatura que acabaría llevando el ridículo nombre de Suri. Tom ya había anunciado sus intenciones de cascarse la placenta con un buen vino y unas patatas de guarnición, cosa que no sabemos si finalmente llevó a cabo, aunque cosas más desagradables ha hecho, como tirarse a Penélope Cruz. Entre otras excentricidades, la religión del señor y la señora Cruise (esa que se inventó un escritor de ciencia ficción, o sea, tan creíble como el catolicismo, el islamismo o el budismo) prohíbe hablar a la recién nacida durante la primera semana de vida, así como hacer movimientos bruscos a su alrededor para que la cría se forme bien y no sufra traumas y no sé que más polleces, cosa que será bastante difícil teniendo a dos padres que están como una puta regadera, al primero hasta le han echado de la Paramount por las razones aquí descritas (no nos engañemos: en realidad es porque no han vendido una mierda sus dos últimas pelis). Como dato adicional, la Iglesia de la Cienciología, a la que por cierto también pertenecen otros bluff-actores como John Travolta (que en realidad es calvo) y su mujer, prohíbe el uso de algunos medicamentos, como los psicofármacos, razón que puede explicar fácilmente el comportamiento de sus integrantes.

No obstante la prensa rosa no conoce fronteras, y al final han podido sacar la foto de la hija de Cruise (que aquí no os vamos a mostrar porque al fin y al cabo, ella no tiene culpa ninguna de haber sido engendrada por dos retrasados mentales). Más que eso, hasta un escultor se ha inspirado en su primera mierdecita para esculpirla en bronce y subastarla. Me gustaría añadir algún jocoso comentario a esta información, pero es que su naturaleza simplemente impide decir nada más sin caer en la redundancia.

1 Comentarios:

At 17 septiembre, 2006 22:17, Anonymous Anónimo dijo...

El procesador de texto se te ha debido de comer algunas palabras: "John Travolta en realidad es calvo"... y bujarrón, estoy seguro de que ibas a decir, porque supongo que habrás visto esa fotos en las que recibe en el avión con un ósculo a un amigo suyo.

El Tom Cruise sí que la ha tenido que armar buena para que lo eche la Paramount, que es el más chungo de todos los estudios y que no ha hecho una película buena y exitosa desde "El padrino", más o menos.

 

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