02 septiembre, 2007

Owen Wilson se corta las venas

De nuevo el panorama hollywoodiense se tiñe de rojo sangre, concretamente de la de Owen Wilson, y aunque por mucho que hayamos deseado verla correr tras tragarnos la mayoría de sus atroces interpretaciones y por más que hayamos disfrutado de la escena de La Guarida en la que le decapitan brutalmente, nuestro pequeño corazoncito aún emana cierta empatía y lástima por el pobre actorcillo de marras.

Y es que al fin y al cabo las celebridades podridas de dinero siguen siendo personas, con sentimientos como tú y como yo, con males de amores que les atormentan durante las largas noches de insomnio (como tú y como yo) y con una profunda soledad con la que lidiar aún a pesar de poderte tirar a todo el set de rodaje en el que trabajas (como Owen y como yo). Así pues, ni corto ni perezoso, el bueno de Owen Wilson (conocido por pútridos films como Starsky y Hutch, Tras la Línea Enemiga o cualquier apestosa comedieta con Ben Stiller) decidió cascarse un pote de pastillas y rajarse las muñecas el lunes.

Las primeras hipótesis relacionaban el accidente con un reciente visionado de su propia filmografía, pero al final se desveló el pastel: el bueno de Owen se intentó quitar la vida al ver unas fotos de su ex-novia Kate Hudson dándose el filete con otro pavo. Normal, querido Wilson, tantas comedietas románticas con poster de fondo blanco y pastelosos finales en los que el bueno (y feo, como tú y como yo) acaba felizmente emparejado con la guapa que ambos habéis protagonizado hasta la extenuación, han debido crearte una falsa idea del amor y de las relaciones de pareja que te ha impedido afrontar este duro mazazo con clase y estoicidad, como lo hubiesen hecho Bruce Willis, Mickey Rourke o tu ex-suegro Kurt Rusell, con el que deberías haber conversado más durante las cenas familiares, pues te hubiese enseñado a superar el desamor con un pitillo y un chascarrillo.

No obstante, esperemos que este funesto acontecimiento te haya servido para algo, amigo Owen, y empieces para ver la vida con una mirada algo más cínica y menos ingenua, cosa que sin duda te llevará a mejorar tu criterio a la hora de escoger papeles, y con suerte incluso puedas acabar interpretando a un colgado drogadizo de Quentin Tarantino, hacer un cameo en una peli de Robert Rodríguez o incluso dar vida a un chungo antihéroe carpenteriano. Mucha suerte.

Y ahora el bluffconsejo para todos aquellos lectores que, como nuestro amigo Owen, hayan perdido a su gran amor: si vuestra chica os ha mandado a la puta mierda y se ha ido con otro, no os deis por vencidos, llamadla a todas horas suplicando que vuelva; enviadle SMS’s pastelosos, mails o lo que se os ocurra para recuperar su amor; recordadle lo mucho que la queréis picando a su interfono o tiradle piedrecitas en su ventana; acosad a sus amigos para sacar información y utilizadla en vuestro propio beneficio, agobiadla, llevadla al diario de Patricia, lo que sea. Vosotros os lo merecéis, y no cualquier chulillo de gimnasio. Veréis como pronto volverá a estar comiendo de la palma de vuestra mano.